Me mira fuera, entro a la casa, siento nervios, lo miro por la ventana, su rostro no expresa nada, su rostro no suele expresar algo, es como si tras un incidente terrible hubiese absorbido de pronto su vida entera. 
La primera vez que lo ví iba a la panadería, estaba sentado anotando algo en sus manos, soy curiosa, me quede quieta hasta que noté unos números, nada coherente, se paro y me llevo contra una pared, puso una mano sobre mi hombro y con la otra mano extendida presiono justo en medio de mi pecho, me asusté y sentí algo extraño, sentí dolor, era brusco, no paraba de presionar como si quisiese romperme el diafragma, atravesar mi cuerpo. Abrí los ojos mucho y le dije, ya basta y en cuanto articulé las palabras dejo de presionar, beso mi mejilla, se fue rápido. 
Cecilia me dijo anoche que tuvo un sueño raro, que estaba yo caminando en la playa y que de pronto dos tipos me robaban la cartera, corría yo tras los tipos y mientras lo hacía mis cosas caían al piso, la escena se deformaba y aparecía ella mirándome mientras tenía sexo con mi ex novio.
A ratos cuando duermo siento a Ernesto sobre mí, sus manos me desbordan, me trastornan, me estremecen, tiene manos hermosas, no es brusco en mis sueños, no dejo de pensar en él, cuando despierto siento que la cama sigue tibia.
Mi madre no da mas con las drogas, vomita todo el día, en cualquier minuto se me va por el cáncer, padre nunca tuve o nunca quise asumir que era genéticamente un padre quién deslizaba sus manos entre mi ropa interior, lo odio, lo mataría, ya esta muerto, lo atravesaría con mis dientes, le trituraría el cuerpo, me siento sucia, débil, insegura, puta.
Limpie la sala de estar, el vómito no me da nauseas, sueño que vomito, creo que de hecho lo hago seguido en el baño, sin ruidos, sin pensarlo, me he sentido más delgada, me han sentido esquelética, ya no gusto de tener sexo, ver mi repulsivo y definido cuerpo mientras alguien más me recorre me baja el lívido, me duele más.
Sali a trotar y en eso Ernesto, paré, lo bese, me pegó, corrí.
Dicen que mi padre se llamaba Ernesto, pero como dije, el ya está muerto.
Dicen que puedes ver a gente en el rostro de otras gentes, todo dicen, yo no creo.
No puedo terminar este texto. 
La vida es cruda, casi irreal, casi graciosa y me largo a llorar.
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