miércoles, 10 de noviembre de 2010

Basura incógnita

Sé como luce, más no es como suena.
No es lo que piensan. No. Él no me dejó, él fue de paseo a relajar la vida a contemplar la ciudad, a verterse entre las aceras , escurriéndose como liquido negro, agua de lluvia amortajada por la mugre de miles de zapatos.
Él no me dejó, el camina vacío entre los mendigos, a veces se sienta y les habla, a veces los mira extrañando mi cintura.
Sé como luce pero aunque lo vieran , aunque pudieran olerlo no es lo que creen.
Se me tupen los dedos al escribir esto, esto que no es más que un intento de recuperar los escombros de su bomba nuclear, las bombas que tanto amó, diseñó y construyó hasta nuestro final.
Estoy atrapada, escribiendo oculta, las letras ahora son algo que contamina,
susurros grises de una eterna despedida.
Yo y tú, tú y él, nosotros, el mundo.
Todo se disminuye a ratos en este baile,
todo se reduce a mis dedos torpes esta tarde.
¿Por qué te fuiste sin dejar una señal?
¿Por qué me dejaste sin una puta nota?
¿Qué te costaba decir "cariño, hasta nunca"?
¿Qué?
¿Cómo es que gozas dejándome esta incertidumbre?
Yo, que te esperé,
yo , que te amé hasta que mi corazón se despojo por completo de todas sus conexiones sanguíneas.
Yo, la estúpida, la suicida.

Hay huesos rotos tras la pared, hay huesos rotos.

Sin notarlo abandono todo aquello que amo, me alejo de ti, de mi dolor, de tus sueños, de mis promesas.
He tomado una pausa, he respirado, he bebido agua, he intentado escribir pero no pasa nada.
El viento sopla, escupe mi cara,
las paredes se derraman como gotas de sudor en tu espalda,
ya no queda nada mi amor, no queda nada, pronto hallaremos los cimientos de nuestra ciudad destrozada.

La vida ¿qué es la vida sin tus palabras?
la calma ¿donde descanso sin tu paz?
miradas, ecos marchitos bajo el alba,
sonrisas que me devastan, mentiras que me desangran.

No.

Ya diles que volverás, diles que me crean, que no te fuiste con otra, que no me engañaste jamás, que de verdad creí en tus ojos negros, que no me traicionaron, que no fingieron.
Y créanme que yo sé como luce, pero no es lo que parece.

Creer en alguien es arriesgarse, creer es caminar sobre trozos de tierra que levitan en el aire, caminar por ellos, crecer en ellos, vivirlos, correrlos.
Eso es la fe,
eso es Dios,
creer en las promesas que te hizo alguien que aún no conoces,
alguien que un día dejó de contactarse contigo pero que sabes no te abandona jamás , alguien imaginario, alguien que ya es parte de tu cuerpo, una extensión de ti, tu mismo, el mismo, el universo, los anillos de Saturno, las heridas de tu madre.

Ya vuelve y no te marches, ya regresa y jamás te canses.
Nunca había escrito tan nerviosa, nunca había escrito algo tan patético y absurdo pero el alma vomita y no hay lírica, no hay estructura, no hay narración que la aguante, mientras la canción avanza me caigo, mientras está cerca de los cinco minutos me he desmayado, no estas carajo, no estas, vuelo como corneja por los cielos blancos, las nubes, el frío, el sol absurdo, las caras inanimadas de un mañana sombrío, monumental cicatriz de soledad, monumental hallazgo de mi misma, pero nada llena, nada alimenta el agujero negro, nada le detiene, me carcome la piel, los brazos, me genera estrías, me arranca a zarpazos la vida ¿y tú? no sé donde vas.
A veces pierdo la esperanza de que regreses pero me digo a mí misma que si así fuera, si no volvieras mi existencia quedaría del todo podrida y en ese caso ¿qué más da pasar el resto acá con la escoria humana? no importa nada, de hecho cobra todo sentido.

Tú no estas y hace frío.

(Eres una ciudad pudriéndose en mi carne,
algo que construí con mucho amor que es ahora irreconocible,
tus pilares están descuadrados, tus casas repletas de telarañas,
estás irreconocible querido, estás irreconocible.
Mejor márchate y no regreses, me quedaré aquí llorándote como si jamás hubieses vuelto,
nadie tendrá que enterarse, nadie sabrá esto, quizás te guarde en el ático si te opones, quizás vales más muerto,
como una memoria eterna y bella, algo de mi infinita devoción, algo perpetuo,
márchate amor, márchate que no quiero matarte.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

leí tu otro blog también, me gusta, me gustan ambos.
Sabes, un día te va a amar, de verdad te van a amar, ni te lo esperas, ni te imaginas, no sabes, por lo que leo, qué es eso. Te va a dar terror, estarás frente al abismo y lo peor, o lo mejor, es que lo amarás y no te importará dejarte caer, lo perderás todo. Si te va bien lo ganarás todo en la caída y si no, mejor ve haciendo las cosas de tu lista, apura tus pendientes, pues entonces sí, te querrás suicidar.
Saludos

Kalidoscopia dijo...

Yo le compro su vida en un libro, en serio.