incierto

no me lleva la música
no me lleva nada
y susurran tus pestañas
las mentiras transparentes
que ignoramos derrepente
para no dañar el alma.

se acostumbran esos soles
que amenudo se convierten
en sonrisas y punzones
que escondemos entre cuerpos
muy temprano en la mañana.

ya no hay ganas
de absorver entre tus aguas
de amoldar tus telarañas
ni sembrar entre los vientres
silenciosas las miradas
que abandonan bajo el alba
tus deseos y mis cartas

y la noche
asquerosa y embustera
de tus frutos y zisañas
que destruyen con patrañas
mis sueños y mis entrañas