Eres mi personaje vacío, lleno de ecos, de movimientos imposibles de sobrellevar que se asemejan un poco a los del hombre que pude amar, mas ya no luce como una sombra visible ante mí en plena tarde, sigo tu rastro en plena negación, aguardando un mímica difusa que me haga entrever que tú y tu gemelo comparten la misma alma, pero no es cierto, no vale el seguirse engañando, tomaste un barco, un barco muy lejos y aunque mi esperanza es grande y protege a miles de soles a través del universo tengo la certeza de que jamás volverás. Y entonces, entonces me es imposible no sentir desolación, me es imposible no estar triste, imposible sonreír en el espacio que tu risa dejó como un antiguo rastro, una huella perpetua.
No tomé la decisión, la decisión nos tomó a los dos, de sorpresa cual otoño empieza a despellejar al árbol.
Mi personaje vacío que a la vez no es tan vacío, más bien se come las palabras, más bien intenta parecer fuerte cuando sus pedazos se levantan, ese es mi personaje, a quién me debo, a quién dedico mi tiempo, a una persona que en el fondo intenta ser persona, a un algo que me aísla incluso antes de toparle el corazón.
La negación es una gran puerta, con un arco intenso, la negación es una gran puerta, cuando es tiempo de decidir si te amo o no.
2 comentarios:
Puede que en el fondo todos lo seamos
Esto me tocó profundamente y no sé que onda tu acertividad. Cuático. Hola.
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