Vivo en un futuro que no es hoy y ahí no te tengo y por eso todo es una mierda.
En mi futuro tu yaces muerto,
en mi futuro otra te agrietó la cabeza,
en mi futuro estas encerrado en tu ego y ya estas ciego de tí.
En el futuro te busco y no logro más que hallar tus lentes rotos, oxidados.
En el futuro beso extraños tal como en el presente que es futuro y en ellos no encuentro tu sabor y me frustro, entonces corro por los ascensores que jamás se detienen, de habitación en habitación, de cerveza en cerveza, ya nada interesa porque vas lejos de mí.
No puedo ubicar el año exacto en que te perdiste y mi paciencia se agota como el liquido en la lata, hasta que entro por otra puerta y un ser inconsciente del futuro me saluda, parece afable, pero insisto...no eres tú. Lo único que tú y el tienen en común es que ambos no pueden tocarme, tú no puedes tocar mi cuerpo y el no puede tocar mi alma, se viene el vacío.
Camino por las calles con una sonrisa en la cara, con la sensación de haberme sentido a ratos apreciada, un monstruo que supo hacerse querer, como una idea forzada, no lo sé, pero ahí estoy y sigo caminando.
Llego entonces a esperar el autobús y el sueño se está deshaciendo y aún no logro finiquitar la sensación de alivio. Avanzo en la noche mirando los autos, soy un monstruo frágil que se siente bien, ¿un monstruo querido? lo dudo, pero a ratos es bonito llevar la ficción, sentir que hay un cuerpo inerte que te pertenece, no su alma, no su mente, pero algo de allí te pertenece aunque sea un par de horas, te permite infringir las barreras pero luego ya no está.
Todo en esta vida es la ausencia, todo en esta vida es mi futuro recordando espasmos del pasado ya que en el presente la realidad agobia y asfixia hasta que revientan los sesos.
Tengo tres tiempos, tres y en ninguno te pillo, es imposible no sentirse inestable.
En tu futuro las piedras tienen vida,
en tu futuro yo soy una marca registrada de algún producto de bajo presupuesto que decidiste algún día probar.
En tu futuro yo no soy una persona si no más bien un oasis en la habitación,
en tu futuro yo jamás sentí demasiado ni tuve algo genuino que darte, en el futuro miras las fotos que contienen mi nombre, mi perfil y nada más emites una mueca, jamás se sabe si de tristeza, olvido o una mera risa.
En tu futuro te cambias el corazón, como de cama, como de corbata, como de zapatos.
La diferencia entre nuestros futuros, es que yo siempre me siento vacía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario