sábado, 18 de octubre de 2008

inmovil en mi habitación

Nada se mueve,
a mi alrededor la sala perece en penumbras.
miro el cielo idiotizado.
¿Serán los azares del destino?
Quizás solo una prometa rota...
trato de indagar en viejos recuerdos (tormentos), pero la conciencia a bloqueado los estados de melancolía,
la vida ya no fluye en este fúnebre rincón.
Todo es silencio
todo esta sin gravedad
todo es tristeza,
la mente gira,
las polillas asechan las antiguas prendas,
me han desfavorecido,
me han olvidado,
me han sumergido y obligado a perecer a mi también.
A cuestionar las ideas que yo mismo aniquilé.
invento una tormenta, esta vez sin relámpagos, que se avecina sobre mis sentidos.
algo así como una explosión sentimental, que patraña.
Escuchar me hace daño,
ver,vivir, soñar, también.
Entonces caigo tan abajo que le pregunto a los demonios,
que hago aún con vida, me miran temerosos y me señalan hacia el cielo ....
luego susurran entre ellos y yo logro percibir sus silbidos...dicen algo como " hasta Dios ya dejó ese lugar..."

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gustó. Me encantó.. me facinó.. por que yo también lo he sentido.. y adentro.. tan adentro...

si .. si .. si..

pero si hay un camino que debes aun conocer.. tal vez ese es el que te permita salir de la quietud..

abrazos
hannibal